Una buena forma física nos ayuda a desplazarnos más rápido y mejor, a anticiparnos a las situaciones de juego.
La mecánica nos estabiliza en la coordinación con el compañero y en el trabajo en equipo.
El conocimiento del juego nos ayuda a anticiparnos algunas veces a las acciones, nos ayuda a predecir lo que va a suceder en un futuro inminente y a estar preparados ante ello.
Pero todo esto puede fallar por un solo aspecto: "el ego psicológico".
¿Qué es el ego psicológico? , Es el yo, el cada uno de nosotros, de los participantes en el juego. La persona unitaria e individual del entorno de los jugadores, los entrenadores y los propios árbitros.
Todos conocemos este aspecto, pero ¿Cuántos de nosotros pensamos en ello? Y ¿Durante cuánto Tiempo?.Creemos, equivocadamente, que lo conocemos todo y lo controlamos todo, pero no es así. Como decía Felipe Llamazares.
"El árbitro necesita una buena preparación física, debe conocer a fondo el reglamento, pero hay algo que necesita en la misma medida, la preparación psicológica".Sin extendernos en demasía diremos que los cuatro factores que influyen psicológicamente dentro del baloncesto y hacia el árbitro son: el propio árbitro, los jugadores, los entrenadores y el entorno, entendiendo por éste al público, directivos...
La interacción con el último grupo debe ser siempre de forma cortés y educada. La elegancia y los buenos modales nunca hay que perderlas, ni dentro ni fuera de un pabellón.
Aunque bien merece las siguientes afirmaciones para reflexionar sobre el público:
• La protesta es un desahogo para mucha gente, ya que protestar airadamente desahoga y tranquiliza las conciencias.
• La mayoría de los públicos son parciales y partidistas con uno de los equipos.
• El público que está más lejos ve las jugadas dudosas y por ello protesta con "razón".
• El que más sabe de reglamento baloncestístico es el que más grita desde la grada.
• El árbitro se equivoca menos veces de lo que la gente piensa.
En referencia a los otros tres grupos, uno es sobradamente conocido, nosotros. El trabajo psicológico de cada uno es particular aunque las consignas de nuestras Federaciones y del Comité Técnico Nacional son básicas para un buen trabajo.
" Espero que un árbitro sea gente honesta y buena persona " (Zanolín)Luego volveremos a este grupo, prosigamos con los otros dos, jugadores y entrenadores.
Sabemos que el entrenador es una persona que también debe soportar presiones y esto podemos y vamos a utilizarlo a nuestro favor.
Muchas de sus protestas son derivadas de dicha presión y saben que no conllevan a nada porque no tienen razón; una persona tan implicada nunca puede ser objetiva con nuestro trabajo.
El entrenador tiene sus propios intereses (ganar por encima de todo y de todos), es partidista y a veces se deja llevar por el público y otras veces es él quien alienta al público contra los árbitros, por ello, podemos decir sin temor a equivocarnos que " el árbitro tiene más razones que los entrenadores para ser imparcial ".
Pasemos a la parte " conflictiva " del juego, los jugadores.
Todo jugador es consciente cuando comete una violación o una falta; También, sintetiza en su cabeza las decisiones justas y las injustas de los colegiados que contra ellos o sus equipos recaen, pero son ellos los que en determinados momentos deciden intervenir en el desarrollo de nuestro trabajo a sabiendas de que ellos son los protagonistas y conocedores de la realidad ¡intentan engañarnos!.
El jugador también esta presionado por su entrenador y por su " ego". Quiere y debe ganar, conseguir canasta y que su rival no lo haga.
Sus protestas pueden llegar a ser justas y entendibles ya que reclama lo que él considera que es suyo por propia competitividad y por ello es egoísta.
Lo que hace un jugador para él siempre está bien y lo que realizan los rivales siempre está mal, así podemos encontrar comentarios como: " yo defiendo bien y es falta, él me pega y nunca le sancionas ".
El árbitro cada vez que interviene en el juego beneficia a unos y perjudica a otros, por ello no podemos tomar fe ciega en los jugadores ya que si son beneficiados nos aplauden y si son perjudicados nos protestan.
Tenemos que pensar que también al igual que los entrenadores son partidistas y nada objetivos con nuestro trabajo.
Con este panorama ya solo quedan los árbitros y además solos ante todo y frente a todos. Aquí debe partir nuestra formación, conocer todo lo que nos rodea.
Analizar y asentar una base firme y sólida que nos ayude a superar todos los inconvenientes.
Trabajaremos el "ego psicológico" encaminando todos nuestros esfuerzos con nuestro poder mental de concentración siguiendo estas pautas:
• Debemos ser objetivos sin detenernos ni un segundo en las observaciones que nos hagan. Pitar siempre lo que ves, nunca intuir ni inventar.
• No necesitamos la aprobación de nuestro trabajo para seguir adelante. Debemos reforzarnos con nuestro trabajo bien hecho. Los partidos no siempre salen perfectos y debemos ser exigentes en el trabajo.
• Debemos controlar nuestras reacciones ante los estímulos exteriores (público, jugadores, entrenadores...) Siempre ser educados y nunca perder los modales y las buenas formas con todo el mundo.
• Pensar en que no podemos fallar es irrespetuoso con todo el mundo y además utópico. Equivocarse es de humanos y rectificar de sabios. Aprendamos de nuestros errores y sigamos adelante.
• Nunca seremos perfectos debido a la condición de seres humanos. Asumir esto es fundamental para disminuir la ansiedad de nuestro arbitraje. Mejorar poco a poco con mucho trabajo es nuestro lema.
• Aceptar el error como posibilidad es el inicio de un buen trabajo posterior.
• Nuestro trabajo frente al error es preguntarnos que debemos hacer para aprender de él.
• Deprimirnos y frustrarnos por los errores o una mala actuación no nos ayudará a mejorar.
• Los sentimientos, pensamientos y emociones que circulan por nuestra mente están provocados por nosotros mismos, y por tanto son mejorables, transformables y modificables. Somos los dueños de nuestros " Yo ".
• Regocijarse en los éxitos es un paso atrás, pero reconocer los aciertos y las cosas conseguidas con el trabajo propio nos ayudará a superar los malos momentos de forma que la autoconfianza aumente. Para ello hay que trabajar nuestra autoestima.
• El estrés en su justa medida es positivo en cuanto nos mantiene alerta en las situaciones que pueden causar ansiedad; sin embargo hay que crear estrategias personales de afrontamiento del estrés para las situaciones en que éste pueda desbordarnos y hacer que perdamos el control de la situación. (técnicas de relajación,...) Con estas indicaciones y el máximo esfuerzo personal ante nuestro hobbie favorito que es el basket, ya solo nos queda ponerlas en práctica. Vamos a dar unas consignas sencillas para los tres momentos del partido (antes, durante y después) que nos sirvan como soporte psicológico en nuestra labor.
ANTES DEL ENCUENTRO
• Debemos estar lo más tranquilos posible, sin presiones ni alteraciones que nos puedan distraer de nuestra labor. Alejar de nuestra mente todo aquello que no se refiera al encuentro que tenemos delante. No sentirse agobiado ni excitado, mantenerse relajado es lo mejor.
• Trabajar mentalmente todos los aspectos del reglamento nos ayuda a repasar las posibles acciones futuras. Además mantener un dialogo con el compañero en este sentido (prepartido)
• Controlar el calentamiento de los jugadores es fundamental para clarificar aspectos técnicos de cada uno de ellos. Comprobar que jugadores son diestros o zurdos (acciones de tiro), Jugadores que un poderío físico y salto (mates y posibles interposiciones), los pies de pivote en las penetraciones (posibles pasos)...
• Si a esto unimos un trabajo físico de calentamiento muscular corporal estamos en disposición de comenzar el encuentro en perfectas condiciones para un buen trabajo.
• Visualizar las situaciones, siempre ayuda.
DURANTE EL ENCUENTRO
• Mantenerse tranquilo y aprovechar los momentos de inactividad en el juego (tiros libres o tiempos muertos) para evaluar el momento de fatiga tensión acumulado. Realizaremos respiraciones profundas para bajar las pulsaciones, mantendremos la mente despejada he intentaremos recuperar nuestra actividad corporal.
• Miraremos a los jugadores y entrenadores a la cara siempre que consideremos necesario ya que nos dará seguridad y veracidad a nuestras decisiones pero nuestro rostro debe estar relajado.
• Nos desplazaremos de forma natural por la pista, sin aspavientos. La espalda recta, los hombros altos y hacia atrás con una posición erguida. Demostramos con esta postura que tenemos seguridad en nuestro trabajo. Además nuestra cara deberá ir acorde con lo que demande el encuentro y en momentos puntuales (situaciones distendidas o poco relevantes) facilitaremos en contacto personal con los contendientes.
• Practicar la empatía ya que nos ayudará a percibir el sentido de su frustración o incomprensión hacia nuestras decisiones en algunos momentos del juego. Mantener por tanto la mente abierta ante estas acciones y tomarlas de forma natural y nunca de forma personal hacia cada uno de nosotros.
DESPUÉS DEL ENCUENTRO
• Para regresar al estado natural del ser humano de forma psicológica debemos primeros volver al estado de reposo físico, por tanto debemos estirar los músculos en el vestuario y pasar por la ducha de forma relajada.
• No reflexionar nunca en el vestuario. Este repaso de todo lo acontecido en el encuentro debe de realizarse con un tiempo prudencial de distancia a la finalización del mismo para tener una visión más real de lo sucedido.
• Debemos aceptar las criticas. Esto no significa que estemos de acuerdo con ellas ni que las asumamos. Tampoco debemos rebatirlas ni discutirlas, solamente debemos tomarlas para una reflexión más profundo desde otros puntos de vista. Este trabajo nos ayudará a refrendar nuestro propia labor.
Debemos ser capaces de pensar lo bueno y lo malo de nuestra actuación. Una vez analizado valoraremos lo que no podemos volver a repetir, lo que debemos mejorar y lo que sí volveremos a utilizar en el futuro.
Tenemos a nuestro alcance todo lo necesario para mejorar en nuestro arbitraje; aunque parezca que estamos solos y que todo está en nuestra contra podemos aseverar sin temor a equivocarnos que dentro de cada partido tenemos un gran amigo, la única persona que está en la misma situación que nosotros. Este nos ayudará en todo, nos defenderá ante todos y será el único en el que podamos confiar, este no es otro que "nuestro compañero".
POSDATA
• El objetivo fundamental del árbitro es intentar hacerlo bien.
• El error es algo natural en el arbitraje.
• El trabajo personal es indispensable para avanzar y mejorar.
• El compañero es el único amigo que tenemos en la pista de baloncesto.
• El árbitro debe Ver, Valorar, Reflexionar y Sancionar.
• El árbitro debe ser Valiente, Objetivo, Respetuoso, Educado..... " BUENA PERSONA ".
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