El dirigente Julio Toro demostró aquí en el Premundial, que nunca se familiarizó con el equipo dominicano. Toro quien es conocido en el mundo del baloncesto por sus acertadas estrategias no demostró muchas habilidades como dirigente cuando el equipo nacional se enfrentó a Puerto Rico y al combinado canadiense.
Vencimos a Panamá en un precipitado encuentro y a Venezuela de forma convincente. Manejamos bien el juego frente a México pero nos dio mucho trabajo vencer a los uruguayos.
En el partido frente a Puerto Rico, el estratega nunca hizo ajustes con una zona y se mantuvo el juego completo defendiendo individual y los boricuas nos mataron desde la línea de tres y finalizaron el juego con un porcentaje de 52 (29-15). La misma película se repitió con los canadienses que lanzaron detrás del arco para un 52 (27-14) y el súper técnico Toro nunca marcó una zona.
Todos pensábamos que como Francisco García iba a estar ausente por lesión el principal sustituto de él sería Kelvin Peña, sin embargo, eso parecía un sueño, el puertoplateño apenas jugó 11 minutos en el partido frente a Canadá y terminó con 5 puntos.
La situación presentada por el equipo criollo en este torneo demuestra que en 14 días usted no puede conocer un equipo y también tira por el suelo la teoría que un equipo no tiene que foguearse a fondo para participar en un evento de tal magnitud como el Premundial.
El equipo criollo sólo se fogueó en dos oportunidades con un diezmado equipo boricua que viajó a Puerto Plata y Santiago sin sus principales figuras
Este Premundial una vez más nos deja un mal sabor en los deportes en conjunto. El país sufrió con el descalabro del equipo de béisbol en el Clásico Mundial de Béisbol y el público es golpeado de nuevo en este Premundial de baloncesto. Lo que nunca faltó fue la cantidad enorme de delegados y el amplio personal de la banca, eso es una costumbre en los combinados nacionales.
El esfuerzo del gobierno nacional para poner en cancha lo mejor que tiene el país se fue al suelo y aun seguimos con nuestra característica principal cada vez que armamos estos equipos: individualidad en la cancha, juego desorganizado y ausencia de los fundamentos del juego.
Si queremos destacar cosas positivas debemos de elogiar la profesionalidad y el talento de Francisco García y Al Horford, la entrega de Jack Michael Martínez, el juego alegre pero muy individualista de Luis Flores, que demostró una vez mas que no es armador, los dirigentes siguen entiendo que si por segundo Premundial en forma consecutiva. Sin embargo, de Flores puedo decir que enseñó muchas cualidades en el campo abierto y un certero tiro de media distancia. De Charlie Villanueva podemos destacar su calidad de juego y su entrega al equipo.
Carlos Morbán hizo un trabajo aceptable, Franklin Western fue limitado por Toro, Ricardo Greer nunca se encontró consigo mismo en la cancha y lucía perdido, aunque todos sabemos que es un jugador talentoso. Marlon Martínez y Alejandro Salas no jugaron y Juan Coronado realizó una buena labor en sus efímeras participaciones.
Vencimos a Panamá en un precipitado encuentro y a Venezuela de forma convincente. Manejamos bien el juego frente a México pero nos dio mucho trabajo vencer a los uruguayos.
En el partido frente a Puerto Rico, el estratega nunca hizo ajustes con una zona y se mantuvo el juego completo defendiendo individual y los boricuas nos mataron desde la línea de tres y finalizaron el juego con un porcentaje de 52 (29-15). La misma película se repitió con los canadienses que lanzaron detrás del arco para un 52 (27-14) y el súper técnico Toro nunca marcó una zona.
Todos pensábamos que como Francisco García iba a estar ausente por lesión el principal sustituto de él sería Kelvin Peña, sin embargo, eso parecía un sueño, el puertoplateño apenas jugó 11 minutos en el partido frente a Canadá y terminó con 5 puntos.
La situación presentada por el equipo criollo en este torneo demuestra que en 14 días usted no puede conocer un equipo y también tira por el suelo la teoría que un equipo no tiene que foguearse a fondo para participar en un evento de tal magnitud como el Premundial.
El equipo criollo sólo se fogueó en dos oportunidades con un diezmado equipo boricua que viajó a Puerto Plata y Santiago sin sus principales figuras
Este Premundial una vez más nos deja un mal sabor en los deportes en conjunto. El país sufrió con el descalabro del equipo de béisbol en el Clásico Mundial de Béisbol y el público es golpeado de nuevo en este Premundial de baloncesto. Lo que nunca faltó fue la cantidad enorme de delegados y el amplio personal de la banca, eso es una costumbre en los combinados nacionales.
El esfuerzo del gobierno nacional para poner en cancha lo mejor que tiene el país se fue al suelo y aun seguimos con nuestra característica principal cada vez que armamos estos equipos: individualidad en la cancha, juego desorganizado y ausencia de los fundamentos del juego.
Si queremos destacar cosas positivas debemos de elogiar la profesionalidad y el talento de Francisco García y Al Horford, la entrega de Jack Michael Martínez, el juego alegre pero muy individualista de Luis Flores, que demostró una vez mas que no es armador, los dirigentes siguen entiendo que si por segundo Premundial en forma consecutiva. Sin embargo, de Flores puedo decir que enseñó muchas cualidades en el campo abierto y un certero tiro de media distancia. De Charlie Villanueva podemos destacar su calidad de juego y su entrega al equipo.
Carlos Morbán hizo un trabajo aceptable, Franklin Western fue limitado por Toro, Ricardo Greer nunca se encontró consigo mismo en la cancha y lucía perdido, aunque todos sabemos que es un jugador talentoso. Marlon Martínez y Alejandro Salas no jugaron y Juan Coronado realizó una buena labor en sus efímeras participaciones.
POR ALBERTO RODRIGUEZ
1 comentario :
muy bueno el articulo
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