Con el lema “Juego Limpio” y con la asistencia de personalidades de todas la capas sociales el Club Mauricio Báez realizó este miércoles el tradicional Desayuno alegórico a la celebración del 46 Aniversario de Fundación de la emblemática institución.
La mesa presidencial del acto fue encabezada por el Vicepresidente de la República, el doctor Rafael Alburquerque; el ingeniero y director de la Opret, Diandino Peña, a quien fue dedicada la actividad y lloró mientras decía el discurso de gracias; los ministros Luis Manuel Bonetti, secretario Administrativo de la Presidencia; Melanio Paredes, secretario de Educación; y Víctor Díaz Rúa, titular de Obras Públicas.
Asimismo, Roberto Salcedo, síndico del Distrito Nacional; el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, jefe de la Policía Nacional; Guaroa Guzmán, tesorero nacional; Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano; Estela León, vicepresidente de Asuntos Corporativos del Banco León y la Cervecería Nacional Dominicana; y Liselot Marte, presidenta de la Cámara de Cuentas.
La ceremonia inició con la interpretación del Himno Nacional por parte de los presentes, seguido de la bendición del acto a cargo del padre Bienvenido Colón, párroco de la Inglesia Sagrado Corazón de Jesús de Villa Juana. La parte musical la puso el Grupo Músico-Vocal del Club Mauricio Báez, dirigido por el maestro José Henríque Espín.
Las palabras de bienvenida las dijo Saturnino Martínez, presidente del Mauricio Báez, quien agradeció la masiva asistencia y dijo que la entidad se siente honrada con las muestras de respaldo dadas por empresas amigas y ciudadnos solidarios.
A Martínez le siguió en la oratoria el profesor Nelly Manuel Doñé, quien esbozó los 40 años de vida de la Escuela Básica y el Liceo del Club Mauricio Báez.
“Resumir 40 años de historia no ha sido tarea fácil. En cuatro décadas hemos pasado muchas calamidades pero el Mauricio Báez siempre procuró acercar el barrio a la educación a grandes magnitudes y gracias a Dios y a los esfuerzos de sus hombres y mujeres, lo hemos conseguido,” dijo.
Destacó el rol que durante esos 40 años han jugado al frente de la escuela las educadoras Nelly Pozo, directora del centro; y Cecilia Guerra. Recordó que la escuela comenzó en el patio de una casa y luego tuvo que ser mudada a la casa de la madre de Leo Corporán, doña Alba.
En la parte final se realizó un reconocimiento a Diandino Peña, cuyas virtudes como hombre íntegro y solidario fue destacada por Leo Corporán en una semblanza que recogió su trayectoria desde su adolescencia.
La mesa presidencial del acto fue encabezada por el Vicepresidente de la República, el doctor Rafael Alburquerque; el ingeniero y director de la Opret, Diandino Peña, a quien fue dedicada la actividad y lloró mientras decía el discurso de gracias; los ministros Luis Manuel Bonetti, secretario Administrativo de la Presidencia; Melanio Paredes, secretario de Educación; y Víctor Díaz Rúa, titular de Obras Públicas.
Asimismo, Roberto Salcedo, síndico del Distrito Nacional; el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, jefe de la Policía Nacional; Guaroa Guzmán, tesorero nacional; Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano; Estela León, vicepresidente de Asuntos Corporativos del Banco León y la Cervecería Nacional Dominicana; y Liselot Marte, presidenta de la Cámara de Cuentas.
La ceremonia inició con la interpretación del Himno Nacional por parte de los presentes, seguido de la bendición del acto a cargo del padre Bienvenido Colón, párroco de la Inglesia Sagrado Corazón de Jesús de Villa Juana. La parte musical la puso el Grupo Músico-Vocal del Club Mauricio Báez, dirigido por el maestro José Henríque Espín.
Las palabras de bienvenida las dijo Saturnino Martínez, presidente del Mauricio Báez, quien agradeció la masiva asistencia y dijo que la entidad se siente honrada con las muestras de respaldo dadas por empresas amigas y ciudadnos solidarios.
A Martínez le siguió en la oratoria el profesor Nelly Manuel Doñé, quien esbozó los 40 años de vida de la Escuela Básica y el Liceo del Club Mauricio Báez.
“Resumir 40 años de historia no ha sido tarea fácil. En cuatro décadas hemos pasado muchas calamidades pero el Mauricio Báez siempre procuró acercar el barrio a la educación a grandes magnitudes y gracias a Dios y a los esfuerzos de sus hombres y mujeres, lo hemos conseguido,” dijo.
Destacó el rol que durante esos 40 años han jugado al frente de la escuela las educadoras Nelly Pozo, directora del centro; y Cecilia Guerra. Recordó que la escuela comenzó en el patio de una casa y luego tuvo que ser mudada a la casa de la madre de Leo Corporán, doña Alba.
En la parte final se realizó un reconocimiento a Diandino Peña, cuyas virtudes como hombre íntegro y solidario fue destacada por Leo Corporán en una semblanza que recogió su trayectoria desde su adolescencia.
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