Después de haber conseguido de forma brillante dos triunfos consecutivos de visitantes en los partidos iniciales de las finales de la Conferencia Este ante los Magic de Orlando, los Celtics de Boston quieren responder de la misma manera en su campo del TD Garden.
Los Celtics no sólo saben que con dos triunfos en los próximos partidos en su campo se clasifican para las finales de la NBA por segunda vez en tres años, sino que además establecerían la "mística" ganadora que se vivía en el legendario y desaparecido Boston Garden.
Si había un campo que los equipos de la NBA no sólo consideraban como algo "sagrado", sino muy difícil para conseguir el triunfo, éste era el Boston Garden, algo que no se ha dado hasta ahora en su nueva casa.
De hecho, los Celtics tuvieron que ganar dos veces en Cleveland a los Cavaliers en las semifinales de la Conferencia Este porque el tercer partido de la eliminatoria y primero en su campo del TD Garden lo perdieron, y además con la derrota más humillante de su historia.
Los Magic son consciente de que los Celtics pueden ser un equipo más vulnerable que lo fueron en los dos partidos anteriores disputados en el Amway Arena de Orlando.
Además, los Magic con una desventaja de 0-2 en la eliminatoria al mejor de siete no tienen más opción que conseguir al menos un triunfo si quieren seguir con vida y volver a su campo para un quinto partido, de lo contrario se irán de vacaciones.
"Hemos ganado aquí antes, y no hay razón para que no lo volvamos hacer", declaró el alero titular de los Magic, Rashard Lewis. "Boston nos visitó y nos ganó dos veces en nuestra casa, así ha pasado antes. ¿Por qué no lo podremos hacer nosotros? ¿Por qué no puede volver a ocurrir?".
Los Celtics ganaron los dos primeros partidos en Orlando, con lo que consiguieron la ventaja como local y la oportunidad de avanzar sin volver a viajar.
Una victoria el sábado en el nuevo Boston Garden les daría la posibilidad de completar la barrida el lunes.
Pero la supuesta ventaja que da el jugar en casa no tiene por qué funcionar para los Celtics, como ha quedado demostrado durante la temporada regular y también en lo que va de la fase final, pues han jugado con más consistencia en campo enemigo.
Esta es la primera ocasión en que los Celtics tienen un mejor rendimiento como visitantes (26-15) que de local desde 1974, y la segunda desde 1955.
Los Celtics fueron uno de los dos equipos de la NBA que durante la temporada regular jugaron mejor fuera de su campo que cuando lo hicieron en su domicilio.
Para el entrenador de los Celtics, Doc Rivers, eso es una razón más para olvidar la temporada regular en la que, tras vencer a los Magic en Navidad para poner su marca en 23-5, el equipo comenzó a tener problemas de regularidad.
"No es el momento de hacer valoraciones de lo que sucedió después de las Navidades, prefiero hablar de lo que hicimos antes y lo que estamos haciendo ahora", comentó Rivers.
Orlando fue uno de los dos equipos que ganaron dos veces en Boston este año, algo que le permite llegar con cierta esperanza y motivación.
Los Magic recuerdan también que estaban de visita cuando en la fase final del año pasado vencieron en dos ocasiones a los Celtics, incluyendo la única derrota que sufrió el equipo de Boston en su campo.
"El año pasado, Boston perdió un séptimo partido en su cancha. Nosotros fuimos y los derrotamos", recordó Lewis. "Eso puede suceder".
Mientras, los jugadores de los Celtics, encabezados por el alero Paul Pierce, que ha recuperado su condición de líder del ataque, admitieron que no es el momento de pensar que ya han ganado la eliminatoria, sino todo lo contrario, luchar al máximo.
"Hemos dado un paso importante con dos triunfos en Orlando, pero ahora sólo tendrán validez si seguimos por el mismo camino y hacemos bien el trabajo en nuestro campo", destacó Pierce. "Sabemos que a los Magic no les queda más opción que el triunfo, pero también es la misma con la que nosotros vamos a salir al campo".
Los Celtics no sólo saben que con dos triunfos en los próximos partidos en su campo se clasifican para las finales de la NBA por segunda vez en tres años, sino que además establecerían la "mística" ganadora que se vivía en el legendario y desaparecido Boston Garden.
Si había un campo que los equipos de la NBA no sólo consideraban como algo "sagrado", sino muy difícil para conseguir el triunfo, éste era el Boston Garden, algo que no se ha dado hasta ahora en su nueva casa.
De hecho, los Celtics tuvieron que ganar dos veces en Cleveland a los Cavaliers en las semifinales de la Conferencia Este porque el tercer partido de la eliminatoria y primero en su campo del TD Garden lo perdieron, y además con la derrota más humillante de su historia.
Los Magic son consciente de que los Celtics pueden ser un equipo más vulnerable que lo fueron en los dos partidos anteriores disputados en el Amway Arena de Orlando.
Además, los Magic con una desventaja de 0-2 en la eliminatoria al mejor de siete no tienen más opción que conseguir al menos un triunfo si quieren seguir con vida y volver a su campo para un quinto partido, de lo contrario se irán de vacaciones.
"Hemos ganado aquí antes, y no hay razón para que no lo volvamos hacer", declaró el alero titular de los Magic, Rashard Lewis. "Boston nos visitó y nos ganó dos veces en nuestra casa, así ha pasado antes. ¿Por qué no lo podremos hacer nosotros? ¿Por qué no puede volver a ocurrir?".
Los Celtics ganaron los dos primeros partidos en Orlando, con lo que consiguieron la ventaja como local y la oportunidad de avanzar sin volver a viajar.
Una victoria el sábado en el nuevo Boston Garden les daría la posibilidad de completar la barrida el lunes.
Pero la supuesta ventaja que da el jugar en casa no tiene por qué funcionar para los Celtics, como ha quedado demostrado durante la temporada regular y también en lo que va de la fase final, pues han jugado con más consistencia en campo enemigo.
Esta es la primera ocasión en que los Celtics tienen un mejor rendimiento como visitantes (26-15) que de local desde 1974, y la segunda desde 1955.
Los Celtics fueron uno de los dos equipos de la NBA que durante la temporada regular jugaron mejor fuera de su campo que cuando lo hicieron en su domicilio.
Para el entrenador de los Celtics, Doc Rivers, eso es una razón más para olvidar la temporada regular en la que, tras vencer a los Magic en Navidad para poner su marca en 23-5, el equipo comenzó a tener problemas de regularidad.
"No es el momento de hacer valoraciones de lo que sucedió después de las Navidades, prefiero hablar de lo que hicimos antes y lo que estamos haciendo ahora", comentó Rivers.
Orlando fue uno de los dos equipos que ganaron dos veces en Boston este año, algo que le permite llegar con cierta esperanza y motivación.
Los Magic recuerdan también que estaban de visita cuando en la fase final del año pasado vencieron en dos ocasiones a los Celtics, incluyendo la única derrota que sufrió el equipo de Boston en su campo.
"El año pasado, Boston perdió un séptimo partido en su cancha. Nosotros fuimos y los derrotamos", recordó Lewis. "Eso puede suceder".
Mientras, los jugadores de los Celtics, encabezados por el alero Paul Pierce, que ha recuperado su condición de líder del ataque, admitieron que no es el momento de pensar que ya han ganado la eliminatoria, sino todo lo contrario, luchar al máximo.
"Hemos dado un paso importante con dos triunfos en Orlando, pero ahora sólo tendrán validez si seguimos por el mismo camino y hacemos bien el trabajo en nuestro campo", destacó Pierce. "Sabemos que a los Magic no les queda más opción que el triunfo, pero también es la misma con la que nosotros vamos a salir al campo".
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