No sería la primera
vez que la Asociación de Baloncesto de la provincia de San Juan cambia la fecha
de un torneo. Es más, todos los jugadores y clubes se preparan para ello,
porque ya eso se ha convertido en una tradición, en virtud de las dificultades
que siempre surgen a última hora.
Criticar desde la
grada es cómodo, pero hacerlo cuando se tiene la responsabilidad de llevar en
los hombros todo un evento son cosas diferentes.
A quien no le ha
tocado nunca presidir nuestra Asociación es que puede desconocer las grandes
dificultades que se nos presentan al momento de preparar la ejecución de un
torneo, no importa la categoría de los mismos.
Un buena parte de los
problemas son motorizados por los propios clubes, muchos de los cuales le piden
altos niveles de organización a los directivos de la ABASANJ pero al interior
de ellos son realmente un gran problema.
Si son eventos de categorías
menores andan armando equipos con jugadores ajenos, que no han tenido la
iniciativa de conducirlo por los caminos de este deporte. Eso sin contar la
violaciones a las edades incluso falsificando documentos.
En los torneos
superiores, hay quienes (y siempre se niegan) andan sonsacando jugadores
miembros de otros clubes, porque a pesar de que se jactan de tener todos los
tiempos del mundo de fundados nunca ha visto uno de sus dirigentes con dos
filas de niños frente a un aro.
También existen
quienes se jactan de ser grandes emprendedores y buenos buscadores de
patrocinio, pero sus jugadores, a excepción de dos o tres, le andan sacando los
trapitos al aire en cualquier cancha donde se juega “Liga”, esto sin olvidar
que ha habido dirigentes que han sido sindicados como dilapidadores de los
recursos que se les ponen en las manos.
Para una una Asociación
armar cualquier torneo tiene que contar, como mínimo el pago de la mesa técnica. Y eso que no estamos hablando de la
parte administrativa y de seguridad y boletería que es donde la puerca retuerce
el rabo.
A modo de ejemplo. Un árbitro
cobra 1500 pesos por juegos, multiplicado por dos son 3 mil pesos. Si el torneo
tiene pautado unos 50 juegos que es lo mínimo, estamos hablando de un total de
150, 000 pesos solamente en pago de arbitro. Aquí no mencionamos lo que hay que
pagarle por juego a: un pizarrita, un anotador, un cronometrista, reloj de 24
segundo, aguatero, dos porteros, taquilleras, finanzas, y varios etc.
Cuando los juegos
terminan, por la misma puerta que sale el público por ahí salen los jugadores,
los directivos de los clubes y los presidentes de los mismos. Adentro, los que
cobran por sus respectivos servicios se quedan con el presidente de ABASANJ,
sea quien fuera, y los miembros del Comité Organizador. A veces la boletería no
deja ni para pagar el agua de los jugadores, por decir algo.
Esta es una verdad que
no se puede ocultar.
Todo el mundo sabe cuál
ha sido nuestra posición respecto a la actual dirección de ABASANJ. Posiblemente
los que hoy condenan esta decisión, que en realidad no salió originalmente de él,
son los que tradicionalmente y en forma ciega apoyan todas sus decisiones
muchas de las cuales no hemos estado de acuerdo.
Pero no somos mezquinos.
Repito, en ningún momento
escuche a nadie estar en desacuerdo con la posposición y todos los clubes estábamos
presente, excepto Las Matas de Farfán que como casi siempre brilla por su
ausencia.
No hay comentarios :
Publicar un comentario