El pasado sábado mientras se celebraba el partido entre el Club aborigen y el Club Los Trinitarios se presento un feo espectáculo que no puede pasar por alto para los organizadores del XI TORNEO DE BALONCESTO SUPERIOR DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN. Nos referimos de la grosera agresión de que fue victima uno de los jugadores de Aborigen.
Nos referimos al nativo de Las Matas de Farfan que responde al nombre de GARY por parte del jugador de los Trinitarios GUINGUILO. Todo ocurrió cuando los árbitros estaban de espalda a ambos jugadores que se encontraban al extremo del tabloncillo.
No entendemos la agresión de este jugador, toda vez de que a diferencia de todos los que juegan en este torneo, Guinguilo desarrolla la función de arbitro en casi la mayoría de los torneos que se celebran en las diferentes ligas y clubes, caracterizándose por ser una persona juiciosa y apegada a los reglamentos.
Es cierto de que es una figura excéntricas que expresa mucha jocosidad en el juego, dándole un toque de hilaridad a las ocurrencias que manifiesta, pero nunca se pensó que pudiera llegar a agredir sin justificación alguna a un jugador de un Club de los que participan en este Torneo.
Mas que cualquier jugador, este veterano del baloncesto superior de San Juan debe comprender que la disciplina es lo fundamental, ademas de que cada jugador cuando pisa el tabloncillo debe entender de que todos los ojos de los que asisten a este espectáculo están puesta en el y cualquiera actitud anti deportiva, ademas de deplorarla, provoca en el publico repulsa y ese jugador recibirá la condena de quienes van a aplaudirlo.
Si permitimos que la violencia se apodere de este nuestro torneo, entonces estamos matando la diversión mas importante de este municipio de San Juan de la Maguana.
Solo esperamos de que este incidente no tenga peores consecuencias y podamos terminar este evento en paz, sin que ninguna circunstancia afecte la seguridad de los jugadores y del amable publico que nos honra con su presencia.
El baloncesto es un juego de contacto, por eso los árbitros están atento al movimiento de los diez jugadores que va tras un solo balón, por lo que muchas veces un jugador es golpeado en movimiento por un jugador del equipo contrario sin que el arbitro pite falta, ya porque no la haya, ya por que no vio la jugada.
La disciplina del jugador de este deporte esta en reponerse de cualquier contacto violento y continuar su juego. Dejar a los entrenadores o asistentes de su equipo a que reclamen lo que tengan que reclamar pero nunca agredir a un compañero de juego, mucho menos de la forma como esta vez ocurrió.
No estamos entre niños ni mozalbete. Estamos ante ciudadanos mayores de edad, con plena capacidad de discernir de lo que es malo y de lo que es bueno.
Que Guinguilo nos siga alegrando con la forma divertida de jugar, pero que no repita esta acción pues solo se ganaría la repulsa y el mal querer no solo de los jugadores sino del publico que nos sigue.
Que así sea.
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